La imagen personal y la marca personal o personal branding son herramientas de comunicación, y como tales pueden ser rentabilizadas en el ámbito laboral. La primera es tu carta de presentación, tu apariencia. Se trata de la primera impresión que das a los demás cuando te ven por primera vez, ya sea en persona o en una fotografía. Es una primera toma de contacto, con la que se hacen una idea de quién eres y de qué cualidades tienes.
La segunda, por otra parte, es una estrategia de comunicación. La marca personal es la forma en la que te proyectas en el terreno profesional, y consiste en una mezcla de tus habilidades, tu experiencia, tu personalidad, tu estilo, y sí, la forma en la que vistes y hablas. También lo es el coche que conduces, o los dispositivos electrónicos que utilizas para trabajar.
Ambas facetas son decisivas si quieres escalar posiciones en tu carrera. Ya sabes lo que dicen: la primera impresión es la que cuenta. Por tanto, sin una buena imagen no esperes grandes resultados. La marca, además, puede ayudarte a generar una comunidad de colaboradores, seguidores, clientes o relaciones institucionales de gran valor, y puede ser muy útil para alcanzar tus objetivos empresariales.
La importancia de una buena imagen personal
Una buena imagen personal puede abrirte las puertas de un buen empleo. Puede crear un ambiente favorable en una reunión con posibles socios con los que te encuentras por primera vez, por ejemplo. Y es que vivimos en una sociedad en la que la imagen es una forma de comunicarse, y también un valor en sí mismo. Es por eso que cuidar tu imagen debe ser una prioridad para impulsar tu estrategia de negocio. Se podría decir, en sentido figurado, que debes cuidar el envoltorio del producto que ofreces. Por supuesto, no se trata tan solo la higiene personal y limpieza; eso es algo que se da por descontado. Más allá de ello, se trata de vestirse como el tipo de persona que desearías atraer.
Esa primera impresión que das es un gancho o puerta de entrada para que tus potenciales clientes y consumidores de tus productos o servicios deseen conocerte un poco mejor. ¿No te ha ocurrido que, con solo escuchar a una persona durante unos segundos, has sentido la curiosidad de saber más sobre ella? Esto se debe a que su imagen personal ha despertado tu curiosidad por saber más sobre su negocio, su filosofía, su forma de hacer las cosas, sus valores y sus objetivos. Solo cuando ya has conseguido despertar en los demás ese interés entra en juego tu marca personal.
¿Quieres aprender a desarrollar tu marca personal?
Te preguntas ¿qué es la marca personal y cómo desarrollar la tuya en las redes sociales? Hoy en día es imprescindible saber construir y definir tu propia imagen: ¿qué pretendes y quieres decir? Una vez definido, es importante saber comunicarlo en internet a través de las redes sociales, de un blog o página web personal… Te ayudamos a hacerlo con una serie de cursos sobre marca personal.
La necesidad de cuidar tu marca personal
Para desarrollar bien esta faceta debes saber contar tu relato. Necesitas ser capaz de despertar interés al explicar de dónde vienes y a dónde te diriges; también has de ser capaz de poner de manifiesto con ello cuáles son tus habilidades, experiencia y personalidad. Trasmites tu marca con tu forma de actuar, tus opiniones o tus silencios ante determinados hechos. Es una manera de crear tu propio sello personal, intransferible y único. Muchas personas vinculan este concepto a su negocio con éxito, consiguiendo generar ventas y visibilidad gracias a él.
No obstante, ejerces un mayor control sobre tu imagen que sobre tu marca. En este segundo caso, la impresión que los demás reciben de ti está condicionada por el contexto, por tus redes sociales y por las apariciones que puedas tener en los medios de comunicación y en Internet. Hay personas que tratan de planificarla, y otras dejan que se desarrolle de manera orgánica. Esta segunda opción puede resultar mucho menos efectiva, y ayudarte menos con tus objetivos profesionales: en una era centrada en la imagen, es peligroso dejar a la suerte la marca personal. Y aunque parezca una exageración, no sería la primera vez que una carrera profesional se ha ido al traste por un tweet desafortunado, una fotografía en Facebook que no proyecta la imagen adecuada o una emisión en directo en Instagram que resulta inoportuna.
Imagen y marca personal: oportunidades de proyección profesional
Si deseas que tus clientes, reales y potenciales, te vean como tú quieres que lo hagan, lo mejor que puedes hacer es cuidar ambos aspectos. Date a conocer de una manera controlada, y destaca tus puntos fuertes y las cosas que te apasionan. Así, además, evitarás que se proyecte una imagen perjudicial que tú no has elegido.
¿Nunca has sentido como si conocieras a alguien muy bien, cuando, en realidad, la única relación que tienes con esa persona es a través de los medios de comunicación o las redes sociales? Ocurre a menudo con personajes públicos, del mundo del cine, la música o el deporte. La razón es que estas personas tienen una magnífica marca personal y una imagen personal que te resulta interesante. En un escenario en el que cada día más ciudadanos desconfían de la publicidad, una buena estrategia de marca y de imagen personal tiene un enorme potencial de influencia sobre los consumidores.