La IA o inteligencia artificial tiene aún mucho terreno para avanzar en lo que respecta a las pequeñas y medianas empresas españolas. Solo el 7 % de ellas la usan para sus procesos de trabajo. La mayoría no conoce las opciones disponibles ni las ventajas de su aplicación. Así lo asegura el estudio Indicadores de Inteligencia Artificial en las empresas españolas. Este ha sido publicado por la Secretaría de Estado de Digitalización e Inteligencia Artificial, el Observatorio Nacional de Tecnología y Sociedad (ONTSI) y la red pública Red.es.
No obstante, España se coloca por encima de la media de los países de la Unión Europea, que es del 6 %. Está igualada, por ejemplo, con Italia y Suecia.
¿Qué es la IA?
Este término no es nuevo. De hecho, data de 1956. No obstante, se ha popularizado en la actualidad gracias al big data, al aumento de los volúmenes de datos, los algoritmos avanzados y las mejoras en la capacidad de procesamiento y almacenamiento de los equipos informáticos.
El proceso de transformación digital que está experimentando toda la sociedad y, más concretamente, el tejido productivo, ha hecho que cada vez más personas estén familiarizadas con conceptos como la IA, el machine learning o el internet de las cosas.
En el caso de la IA, esta hace referencia a los procesos tecnológicos que simulan el aprendizaje y las acciones humanas. Gracias al uso de patrones informáticos, hay máquinas que pueden llevar a cabo tareas de manera inteligente sin recibir instrucciones explícitas. Por lo tanto, este tipo de tecnología da la sensación de pensar y actuar de forma racional, aunque lo hace basándose en el uso de algoritmos y análisis de datos.
Un ejemplo básico y primigenio de esta tecnología es una computadora que juega al ajedrez. Uno más avanzado y actual es un coche inteligente, que transita sin conductor gracias al uso de sensores, acceso a bases de datos de mapas y flujo de tráfico. Para ello, hay máquinas que utilizan el denominado deep learning o aprendizaje profundo y el PLN o procesamiento del lenguaje natural.
Otro ejemplo que prácticamente todo el mundo conoce son los asistentes como Siri, Amazon Echo, Google Assistant o Google Translate. Como ves, este tipo de innovaciones están en todos lados y su uso aumenta cada día.
Beneficios de usar la IA en la pyme
Hay una gran cantidad de beneficios derivados del uso de la IA en la pyme. Hay herramientas que facilitan una gran cantidad de tareas, que reducen los tiempos de ejecución, los costes y los riesgos. Además, mejoran los resultados, la flexibilidad y la capacidad de respuesta a imprevistos.
Por ejemplo, los sistemas de gestión de relaciones con el cliente o CRM recopilan datos de los clientes a través de canales como el teléfono, el correo electrónico o las redes sociales. Con ello, ayudan a automatizar procesos de ventas. Así, hay herramientas que analizan los comentarios de los clientes potenciales y, basándose en ellos, ponen en marcha unas estrategias de marketing concretas y personalizadas.
Otro caso son los chatbots. Estos recursos sí que están siendo usados por pequeñas y medianas empresas desde hace tiempo. Gracias a ellos, se facilita la comunicación con el cliente, ya que responden sus preguntas y aceleran los procesos de ventas. Si lo piensas, este robot hace las tareas de un empleado del departamento del servicio al cliente. La tecnología que utiliza le permite reconocer el lenguaje escrito o hablado y responder a él con una información relevante.
¿Cómo empezar a usar la inteligencia artificial?
Las soluciones de este tipo que se pueden implementar en las pequeñas y medianas empresas son variadas. Entre ellas están las siguientes:
- Organización y segmentación de clientes y audiencias;
- Planificación de llamadas;
- Resolución de preguntas, reclamaciones y quejas;
- Gestión de ventas;
- Implementación de campañas de email marketing.
Además de esto, hay opciones de herramientas muy útiles para distintos ámbitos de actividad dentro de la empresa. Entre ellos están:
- Herramientas para inversiones y finanzas;
- Herramientas para marketing y creación de contenidos;
- Herramientas para la gestión del riesgo;
- Herramientas para la gestión de la producción.
Hay tantas posibilidades que lo primero que tiene que hacer una pyme que quiera implementar este tipo de soluciones es desarrollar un proceso de investigación. Debe recabar información sobre el software que más se ajusta a su actividad de negocio y estudiar de qué manera puede integrarlo.
En este sentido, deberás incorporar las nuevas herramientas de una manera progresiva y con la correspondiente formación para los empleados. Esto requiere de una planificación y de una valoración de los costes y los plazos.
Una vez conozcas bien las opciones que tienes a tu alcance, su coste y los beneficios que pueden reportar a tu empresa, puede ser el momento de dar el paso. Gran parte de las empresas que utilizan soluciones de IA mejoran su productividad, reducen el riesgo y aumentan sus beneficios.