Depresión postvacacional: causas, síntomas, y cómo combatirla

It’s the most wonderful time of the year… Así cantaba, Andy Williams, sobre ese periodo de vacaciones marcado por los reencuentros familiares, las comidas copiosas, y los regalos multitudinarios. ¿Sabes de qué época hablamos, no? Por supuesto, de la festividad favorita de Papá Noel y sus elfos: la navidad.

Navidad, año nuevo, y los reyes son la santísima trinidad de las festividades de invierno en España (con permiso de aquellos que celebran el Janucá). Pero, toda la dicha de estas fechas se ve, a menudo, ensombrecida por un factor: la vuelta a la rutina. Lo que, en muchas ocasiones, se acaba traduciendo en la archiconocida depresión postvacacional.

Si tu empresa está equipada con los recursos necesarios, esta depresión postvacacional no tiene por qué ser severa. O, incluso, en la mayoría de los casos, se podrá evitar con un buen plan que tenga en cuenta el bienestar del empleado. No obstante, después de la felicidad, la paz, y el relax que suponen las vacaciones, se deberá incidir en cuáles son las principales causas, y las principales metodologías con las que gestionar el síndrome postvacacional, y sus efectos en la empresa.

Causas y síntomas de la depresión postvacacional

Aunque pueda asociarse a un malestar pasajero, la depresión postvacacional puede coger unos tintes mucho más determinantes y dañinos de lo que pueda parecer, si no se trata de alguna manera u otra.

Normalmente, la depresión vuelta al trabajo no es consecuencia de un solo factor, sino de la combinación de distintos elementos, que, combinados, resultan un cóctel Molotov para los trabajadores.

Las causas más comunes de esta depresión después de vacaciones suelen ser las siguientes:

• Falta de desconexión del trabajo: muchos trabajadores, aunque estén en sus días libres, siguen pendientes de las notificaciones que les llegan a sus teléfonos móviles, o de los nuevos correos electrónicos que llegan a su bandeja de entrada.
  La adicción al trabajo, o la falta de garantías en su cargo, les hace estar pendientes constantemente de lo que está sucediendo en su organización, y se encuentran en una tensión constante que les incapacita para disfrutar de su tiempo vacacional.
• Falta de planificación: la depresión postvacacional también puede darse como una consecuencia de una mala planificación. Muchos trabajadores, en su vuelta al trabajo, quieren cargarse con numerosos proyectos y labores, lo cual, los acaba sobrepasando. Es fundamental que después de un periodo vacacional todo el mundo sepa dosificar su trabajo para que no lo acabe ahogando.
• Falta de motivación en el trabajo: la carencia de motivación, o el disgusto en el lugar de trabajo, también es un factor que acentúa mucho el contraste con el frenesí que vivimos en el periodo vacacional. Aquellas empresas que no tienen una preocupación por el bienestar y el desarrollo de colaboradores tendrán una mayor predisposición a que sus trabajadores no respondan de la manera esperada de su vuelta de vacaciones, y puedan incurrir en bajas.

Todas estas causas acaban dando como resultado lo que conocemos popularmente, como, depresión postvacacional. Pero… ¿Cuáles son los principales síntomas que abarcan esta patología?

Fatiga prolongada, irritabilidad, angustia, síntomas depresivos, trastornos del sueño, agresividad, falta de motivación y/o concentración, y agotamiento.

5 maneras con las que combatir el síndrome postvacacional

No obstante, sabiendo de la existencia del síndrome postvacacional, las empresas pueden tomar determinadas medidas, y ofrecer consejos específicos, que puedan ayudar a los trabajadores a conseguir una mejor adaptación de la vuelta al trabajo, que les permita esquivar la mayoría de los elementos que componen la depresión postvacacional.

A continuación, hacemos un repaso por aquellos más destacados:

• Empieza por retos pequeños: encárgate de enseñarles a tus trabajadores que cada logro es un triunfo. Explícales la importancia de empezar por conquistar pequeñas victorias en la vuelta a la faena, y no intentar sobrecargarse con grandes objetivos.
• Canaliza tus emociones: puede que hayas realizado el viaje de tu vida y sientas ira o melancolía por los recuerdos vividos, y la distinta realidad que toca afrontar. Pero, aceptar esos sentimientos es fundamental. Un recurso que es muy utilizado en los procesos de catarsis es la escritura. Explica a tus trabajadores que una buena manera de afrontar la realidad es poniendo sus pensamientos por escrito.
• Aplica la base del mindfulness: el mindfulness ofrece unos principios esenciales que basan su filosofía en la importancia del presente. No solo ayuda a prevenir una posible depresión postvacacional, sino también a adoptar una nueva manera de entender los percances que pueden ocurrir en nuestra vida personal y laboral.
• Recupera buenos hábitos alimentarios y físicos: la integración de frutas, o platos preparados sanos, puede ser una medida muy agradecida por los trabajadores, y una nueva manera con la que facilitar la adopción de hábitos saludables que ayuden a frenar el síndrome postvacacional. Además, para fomentar el deporte y la actividad física se puede proponer de hacer alguna actividad conjunta, o algún deporte en equipo.
• Asesora en la planificación: la vuelta de vacaciones significa hacer frente a multitud de nuevos retos. Por lo que, ofrece planners o agendas a los trabajadores, que les permitan tener una imagen más clara de cuáles son los nuevos desafíos y responsabilidades a los que van a tener que hacer frente.

Hay otros aspectos, como, la adaptación al horario laboral, que también debe ser tenidos en cuenta. Aun manteniendo que las vacaciones son tiempo para disfrutar y descansar más de lo que podemos en nuestro día a día. No perdamos de vista que cuando volvamos deberemos volver a regular nuestro horario, por lo que, es preferible que los días antes a la vuelta al trabajo intentemos volver a coger nuestros hábitos de sueño comunes. Ya sabes lo que se dice… Noches de desenfreno, mañanas de ibuprofeno.

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