A la hora de conseguir una buena colaboración y coordinación entre los equipos de trabajo, recibir y dar feedback de una manera adecuada resulta clave. Cuando este tipo de comunicación o retroalimentación funciona entre empleados, colaboradores y proveedores, los resultados se notan en un mayor crecimiento del negocio, un mejor ambiente de trabajo y una mayor productividad.
¿En qué consiste el feedback?
Es una manera de proporcionar información que puede ser positiva, negativa o neutral, pero siempre es útil para el receptor. Por lo tanto, siguiendo ese mismo orden, puede consistir en decir un cumplido, en comunicar la aplicación de una medida correctiva o en trasladar una observación general.
En general, para ser efectivo, debe aportar valor y claridad, brindar apoyo y alentar. Es importante no subestimar el poder que tiene una buena retroalimentación en equipos de trabajo o relaciones empresariales. Si aplicas una serie de consejos, verás cambios importantes en el comportamiento y en el desempeño de muchas personas. Entrarás en una dinámica que impulsa a los miembros de una empresa a conseguir retos y a superarse a ellos mismos. Proporcionarás inspiración, propósitos, compromiso y cohesión en los equipos. ¿Quieres saber cuáles son esos consejos?
Pautas para dar feedback
Para dar una buena retroalimentación, necesitas atender a tres aspectos básicos que te resultarán de gran ayuda.
Enfoque hacia el objetivo
Lo primero que debes saber es qué propósito quieres conseguir. Si crees que realizando esa acción vas a generar negatividad y un ambiente poco constructivo, deberías abstenerte de hacerla. De hecho, hay entornos de trabajo tóxicos en los que se genera conflicto debido a una retroalimentación mal usada.
Por lo tanto, antes de hacer nada, piensa en qué quieres conseguir y si realmente es necesario dar esa información. ¿Va a contribuir a incrementar la productividad? ¿Va a cohesionar? ¿Va a generar claridad y enfoque en los objetivos?
Comunicación asertiva
Evita juicios de valor o cuestionamientos sobre lo que piensas sobre otras personas. Respeta las opiniones ajenas y trata de integrarlas en tu argumentación cuando sean compatibles. De nada sirve dar tu opinión sobre cómo crees que son otras personas, en qué creen, cómo viven su vida o cómo gestionan su tiempo.
Sin embargo, si explicas lo que ha fallado, lo que debe ser cambiado y las razones para ello, la persona que recibe la información podrá hacer uso de ella sin sentirse menospreciada o juzgada. Por esa misma razón, evita los argumentos subjetivos. Si crees que la persona va a recibir de malas formas tu aportación, es preferible que comiences planteando las cuestiones importantes en forma de pregunta.
Momento y lugar
Cuando des feedback intenta que el contexto sea el adecuado para que el receptor entienda lo que quieres transmitirle. A veces, es preferible estar a solas con esa persona y otras es mejor que la comunicación sea enfrente de otros miembros del equipo. Tampoco deberías dar instrucciones en momentos de alta tensión emocional. Es preferible hacerlo cuando las cosas estén calmadas y no haya recelos.
Pautas para recibir feedback
Si vas a recibir feedback, también es bueno seguir unas pautas. Saber darlo es muy beneficioso y lo mismo ocurre si sabes recibirlo. Es bueno para el conjunto, pero también a nivel individual, ya que puede colocarte en una magnífica posición dentro de un equipo de trabajo. Además, puede proporcionarte información enormemente valiosa y esclarecedora. Así que, toma nota para saber cómo recibirlo.
Solicitar retroalimentación
Solicita la retroalimentación a menudo y agradécela cuando te la den. Así sabrás si vas en buen camino: aprenderás y mejorarás más rápido. En otros casos, recibirás orientación sobre aspectos esenciales para poder organizarte. Si eres un empleado, a veces no tienes la visión global de la que sí disponen los mandos más altos de la empresa. Por eso, ellos pueden indicarte en qué áreas centrarte o que aspectos de un proyecto priorizar para acabarlo antes con éxito.
Ser receptivo y constructivo
Busca obtener los mejores resultados posibles de cualquier intercambio de información, tanto en tu empleo como en la relación con un cliente o proveedor. Si dudas de algo, pide sugerencias siempre que puedas. Cuando recibas comentarios, procésalos durante el tiempo que necesites, reflexiona y asegúrate de haber entendido todo con el sentido correcto. A veces, hay fallos de interpretación que tienen repercusiones negativas por haber llegado a conclusiones de una manera precipitada.
Aprovechar la oportunidad
Para aprovechar al máximo una retroalimentación, debes verla como lo que es, una oportunidad de mejorar y alcanzar tus metas. Si te has equivocado, no pasa nada por reconocerlo y seguir adelante con una buena actitud. Esto implica un proceso psicológico interno y otro externo, es decir, no debes enfadarte contigo mismo por el error y tampoco hacerlo con los demás.
En resumen, dar feedback es tan importante como recibirlo. Hacerlo bien tiene muchos beneficios, tanto para un entorno empresarial y los resultados que obtiene, como para las personas que lo integran.
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