Muchas personas piensan que los Objetivos de Desarrollo Sostenible son responsabilidad exclusiva de los gobiernos del planeta. Sin embargo, este es un compromiso del que todos formamos parte, y esto incluye a todas las empresas y ciudadanos. En este artículo te explicamos cómo la digitalización puede ser la clave que nos ayude a desarrollar un método para alcanzarlos.
¿Qué son los Objetivos de Desarrollo Sostenible?
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) son un compromiso adoptado por Naciones Unidas. De este modo, los 195 países miembros acordaron en 2015 luchar por un mundo mejor a través de varias metas que buscan acabar con la desigualdad, el hambre y la insostenibilidad. Con la vista puesta en 2030, la meta es dejar un buen legado para las nuevas generaciones.
Cabe destacar que no se trata de propósitos independientes. La propia organización reconoce que todos están «integrados» entre sí. ¿Qué significa esto? Que no se pueden entender unos sin otros. Un ejemplo sería “luchar contra la desigualdad” implica “erradicar el hambre y las enfermedades que asolan los países menos desarrollados”.
Objetivos del desarrollo sostenible
Después de los Objetivos del Milenio, los ODS se plantearon como un paso más en el compromiso de la humanidad. Sin duda, su planteamiento supuso un verdadero acontecimiento al establecer una meta común para todos. Para darlos a conocer, en esta sección te mostramos cuáles son los 17 objetivos pactados por casi todas las naciones del planeta:
- Fin de la pobreza en todas sus formas.
- Erradicar el hambre y la inseguridad alimentaria.
- Promover la vida sana y el bienestar en todas las edades.
- Garantizar una educación de calidad y verdaderamente inclusiva.
- Alcanzar la plena igualdad entre géneros y el empoderamiento femenino.
- Llevar el agua y el saneamiento a todas las poblaciones.
- Implantar las fuentes de energía renovables y seguras.
- Extender el empleo decente y de calidad.
- Potenciar la innovación y la industria sostenible.
- Acabar con las desigualdades entre naciones.
- Reorganizar las ciudades para que sean inclusivas y modernas.
- Adoptar un modelo de consumo y producción responsable.
- Combatir el cambio climático y el calentamiento global.
- Preservar la vida en todos los recursos acuáticos.
- Blindar la biodiversidad y luchar contra la desertificación.
- Alcanzar la paz mundial y la justicia universal.
- Crear una verdadera Alianza Mundial para el Desarrollo Sostenible.
Estos objetivos, como los define la propia organización, proponen «no dejar a nadie atrás». Buscan la creación de un mundo mejor a través de la cooperación, la inclusión y la paz. Sin duda, una oportunidad para el futuro.
Herramientas digitales para el cumplimiento de los ODS
Los ODS adoptan un enfoque universal. Sin embargo, no indican el camino que debemos seguir, sino la meta a la que nos tenemos que dirigir. Por tanto, es responsabilidad de cada uno buscar soluciones y herramientas para alcanzarla en 2030 (o, lo que es lo mismo, en tan solo nueve años). Afortunadamente, la digitalización es una de ellas.
En nuestro país, tenemos la Agenda 2030, que marca una senda común por la que podemos transitar para cumplir con nuestro compromiso global. Esta tiene a la digitalización como uno de sus pilares fundamentales. Por tanto, todas las empresas están moralmente obligadas a innovar en la búsqueda de soluciones.
La tecnología nace con la finalidad de agilizar la vida de las personas. De este modo, se han desarrollado numerosos recursos digitales para acabar con la desigualdad, luchar contra el cambio climático y erradicar la pobreza. Pero ¿sabes en qué consisten?
Tras la COVID-19, la humanidad aprendió cómo se debe (y cómo no) afrontar una pandemia. En consecuencia, se han creado numerosos avances en la fabricación de vacunas y la monitorización de brotes. Esto tendrá, esperemos, un gran impacto en África y algunas regiones de Asia.
Por otro lado, la expansión de internet hacia zonas menos desarrolladas ayudará a extender la educación de calidad. Esto también influirá decisivamente en la promoción del trabajo digno e inclusivo, pues no podemos olvidar que las TIC suponen una revolución en materia de empleo. Gracias a estas, muchas mujeres se están incorporando al mundo laboral.
Las nuevas soluciones digitales, como el big data o el 5G, también están ayudando a realizar una gestión inteligente del agua y demás recursos naturales. Todo apunta a que, en un futuro próximo, internet será el pilar fundamental del mercado mundial. En este sentido, no podemos ignorar cómo muchas personas en países en vías de desarrollo están comenzando en la economía digital.
Como ves, la digitalización no solo es un reto para la humanidad, también es una oportunidad de progreso. Una poderosa herramienta que nos ayudará a encarar los desafíos a los que deberemos enfrentarnos en las próximas décadas. Para 2030, es crucial que todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible estén cumplidos para seguir dando pasos hacia adelante y poder así marcarnos nuevas metas. El futuro invita al optimismo.