El futuro de la empresa será sostenible, o no será. La globalización ha tenido un impacto definitivo en las empresas. La explotación de la mano de obra y la explotación masiva de recursos naturales, junto a los efectos contaminantes a la biodiversidad y al entorno, han creado una conciencia colectiva ante las actuaciones de las empresas y su impacto a nivel social y medioambiental.
La globalización se ha presentado como un arma de doble filo, ya que, aunque las empresas han cobrado un papel social, político, económico y medioambiental más determinante que el de muchos países. Las exigencias hacia las empresas también se han incrementado. Tener un buen precio y producto, ya no es suficiente para muchos de los compradores. A las empresas de hoy, se les exigen responsabilidades, e involucración en las problemáticas que nos rodean.
Las empresas deben cuidar su impacto en la sociedad, y ya no solo porque es su deber; sino por el impacto que tienes las acciones de las empresas en su búsqueda de accionistas e inversores. Generar valor para los accionistas ya no se sostiene únicamente en el factor económico, sino en la creación de proyectos que generen confianza y resulten beneficiosos a todos los niveles.
Dentro de este nuevo rumbo empresarial que están tomando las principales organizaciones, destacamos como el destino de las empresas estará determinado por su transformación a una empresa que valore el triple impacto.
El triple impacto
El triple impacto es una iniciativa impulsada por las Naciones Unidas, que pretende comprometer a las empresas con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS). Se busca la creación y transformación de los modelos empresariales hacia un impacto positivo en la comunidad, a través de la creación de vínculos solidarios, y de cooperación entres los distintos agentes sociales. El éxito de las empresas en el presente y futuro estará completamente determinando por su manera de relacionarse con la sociedad y su entorno.
El triple impacto recoge tres conceptos fundamentales que sostienen la idea de la empresa actual, la empresa sostenible:
- Impacto económico: se busca conseguir un buen resultado económico, pero no a cualquier coste. No solo importan los resultados, sino también cómo se ha llegado a ellos: la gestión del personal, la productividad, el trato con los clientes.
- Impacto social: la empresa debe siempre buscar una situación de win – win. Tanto proveedores, como clientes y distribuidores, deben salir ganando del pacto con la organización. La transparencia institucional y la ética de la empresa son determinantes en este punto: salarios justos, beneficios sociales, etc.
- Impacto medioambiental: este punto se orienta a conseguir empresas conscientes y que valoren su impacto y huella ecológica, que los procesos tengan responsabilidad con el entorno: gestión de residuos, conciencia medioambiental… Son algunos de los muchos aspectos que se pueden tratar desde las empresas en su impacto en el medioambiente.
Tener en cuenta estas problemáticas ya no solamente supone un tema de conciencia con el entorno. De hecho, según el informe de KPMG: Expecting the Unexpected, se apunta que la única manera de poder hacer frente a los efectos del cambio climático es con la involucración de la gestión empresarial. No hay otro sector de la sociedad, que tenga más influencia que las empresas.
Sobrevivir en el entorno actual, supone hacer cambio en las maneras de actuar, y cambiar la manera en la que entendemos el éxito empresarial. Supone aceptar unas nuevas reglas de juego.
Las nuevas normas exigen nuevas estrategias, y las empresas deben estar despiertas frente a las demandas de la sociedad, y dejar de centrarse en el beneficio económico porque si no, a largo plazo, su trayectoria va a ser muy corta.
¿Cuáles serán las 3 claves para garantizar un futuro sostenible?
1. La tecnología: recurso importante, pero no único.
Debido al constante cambio en el que nos vemos envueltos, la necesidad de adaptarse a las nuevas maneras de actuar, pasa por dos pilares fundamentales: la gestión de proyectos de manera más digital e innovadora y, por otro lado, su gestión más sostenible.
La digitalización es una herramienta que nos ha sido muy útil para el desarrollo de las empresas, pero debemos seguir poniendo a las personas en el centro de las organizaciones y que se cree una filosofía sostenible en torno a ellas. Por ello, las empresas deben analizar cuáles son sus objetivos, y qué varemos deben cumplir para llegar a crear valor a largo plazo.
2. Empresas comprometidas, más allá de lo tradicional
Las empresas que quieran actuar en el presente y futuro profesional, no solo deberán buscar hacer dinero y generar empleo, sino lograr la atracción y retención de talento. Teniendo esto en cuenta, la proactividad de los trabajadores en los objetivos marcados será algo primordial. Objetivos que, cada vez más, exigen de perfiles más polifacéticos, versátiles y flexibles, que sean capaces de renovarse y tener capacidad de continuar aprendiendo nuevos conceptos y habilidades.
A su vez, los Objetivos de Desarrollo Sostenible también exigirán un autoliderazgo y liderazgo que entienda la diversidad dentro de las organizaciones, y que sepa gestionar las distintas necesidades de los colaboradores. Y, aún más, desde el reciente boom del teletrabajo. Líderes que sepan relacionar conocimientos digitales con el factor humano serán los que tendrán la posibilidad de formar equipos de trabajos cohesionados y comprometidos.
Un papel clave dentro de este nuevo modelo de entender el business lo tendrá la formación. En un mundo en constante renovación, e innovación tecnológica, la capacidad de los trabajadores de poder realizar reskilling y upskilling de sus aptitudes profesionales será determinante para conseguir crear una empresa consciente.
3. Humanización, flexibilidad y diversidad, 3 claves.
En el nuevo entorno profesional, la adaptabilidad, la importancia de la gestión emocional, y la humanización de las empresas va a ser algo crucial para poder sobrevivir en los nuevos modelos de negocio.
Las empresas precisarán de líderes con grandes capacidades en soft skills para la gestión de equipos diversos, y con diferencias generacionales. La diversidad, en su sentido más amplio, va a tener un papel muy relevante en las empresas, y su buena gestión y la capacidad de exprimir sus ventajas va a cobrar un rol importante en las empresas.
Las personas seremos cada vez más responsables de nuestra propia trayectoria (formarnos, curiosear en nuestro sector) será necesario que evolucionemos dentro de nuestros ámbitos laborales. No será suficiente con un título o un diploma, deberemos crecer y adaptarnos a nuevas plataformas y metodologías que nos permitan crecer a nivel profesional, y potenciar nuestro desarrollo personal. Sin embargo, también se valorará más la necesidad de desconexión y de aislamiento de lo digital. La sociabilización y las actividades fuera de la red serán fundamentales a la hora de evitar fatiga digital y la mecanización de actividades.
El factor humano será crucial. Las empresas son el reflejo de las personas que las conforman. Por lo tanto, el bienestar de los trabajadores será indispensable para conseguir un equilibrio entre los elementos humanos y digitales. Equilibrio, el cual, será el baremo fundamental para determinar un futuro sostenible.
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