¿Sabías que las habilidades de los trabajadores tienen un peso decisivo en el éxito de una empresa? ¿Conoces la importancia de las soft skills o habilidades blandas? Este tipo de cualidades son tremendamente importantes en los entornos cambiantes y llenos de incertidumbre que predominan en la actualidad. De hecho, pueden decantar la balanza de una entidad hacia los buenos resultados, así como contribuir al buen ambiente y a la felicidad de los empleados.
La transformación digital está propiciando cambios de calado en el mercado laboral. Se está produciendo la desaparición de algunas profesiones tradicionales. Otras están evolucionando y, por otro lado, cada cierto tiempo aparecen trabajos nuevos. Estas características hacen que el ámbito laboral exija una gran capacidad de adaptación de cada empleado.
Qué son las soft skills y cuál es su importancia en el mundo laboral
En un contexto de cambio constante y de necesidad de adaptación han cobrado importancia una serie de cualidades. Los trabajadores que las poseen están mucho mejor posicionados a la hora de conseguir un buen empleo. También tienen más posibilidades de ser referentes en sus ámbitos de actuación.
Esas cualidades son las soft skills o habilidades blandas. En síntesis, estas cualidades definen la forma de comportarse del empleado. Determinan cómo actúa ante las cuestiones diarias en el trabajo que requieren una solución. Son el talante que demuestra sus estrategias comunicativas y su resistencia ante las adversidades.
Más concretamente, son habilidades blandas las siguientes:
- Habilidades comunicativas
- Capacidad de trabajar en equipo
- Capacidad de organizarse el tiempo de manera efectiva
- Capacidad de ejercer el liderazgo
- Capacidad de resolución de conflictos
- Creatividad
- Adaptabilidad
- Flexibilidad
- Ética profesional
- Empatía
Otras muchas se suman a esta larga lista, que podría seguir hasta configurar a un empleado casi perfecto, con el talento para manejar cada situación de manera proactiva, positiva y motivada.
No resulta extraño, por tanto, que un número creciente de departamentos de recursos humanos se centre en detectar estas habilidades antes que las duras o hard skills. Estas últimas son los conocimientos que se aprenden en la universidad, en cursos o con la práctica.
En un mundo en el que la formación se prolonga a lo largo de toda la vida laboral y el que las acciones formativas están al alcance de todos a un coste relativamente bajo, resulta más importante para las empresas contar con personas dispuestas a afrontar desafíos. Las organizaciones buscan a empleados capaces de liderar y adaptarse a los cambios. Muchas veces, los prefieren a otros que quizá saben mucha contabilidad, informática o idiomas, por ejemplo, pero que carecen de autonomía, iniciativa, adaptabilidad o motivación.
Cómo desarrollar las soft skills de tu equipo
La tarea de desarrollar las habilidades blandas puede resultar mucho más complicada que la de adquirir conocimientos técnicos. La razón es que requieren una predisposición por parte de la persona. Es necesario adoptar una actitud abierta al cambio, receptiva a las opiniones ajenas y flexible.
En muchas ocasiones, se trata de que el propio trabajador haga un ejercicio de autoanálisis y se dé cuenta de los obstáculos que le impiden convertirse en un empleado más resolutivo, creativo, eficaz y motivado.
En este sentido, debe estar abierto a la retroalimentación y al trabajo en equipo. Resulta clave la construcción de relaciones positivas y salir de la zona de confort de manera habitual. La predisposición al aprendizaje, la puntualidad, la observación de los demás, la adaptación a los cambios y la adquisición de estrategias para la resolución pacífica de los conflictos son, también, cuestiones importantes.
Coaching y formación
Este tipo de cosas no se aprenden en la universidad. Sin embargo, en los últimos años han ido apareciendo profesionales del coaching y actividades formativas de distinto tipo. En ellas se guía al trabajador para facilitarle la interiorización de estas habilidades.
No obstante, resulta clave que la propia persona entienda la utilidad de adoptar un esquema mental enfocado a la colaboración y la positividad. De esta manera, se dará cuenta de los beneficios personales y colectivos que reporta esta actitud. Así, adquirirá las soft skills de una manera natural y espontánea.
De hecho, no sabes cómo mejorar o desarrollar estas cualidades en tu trabajo hasta que te das cuenta de cuáles necesitas mejorar. Esto requiere una reflexión interna y antes de inscribirte en un curso o inscribir a tus empleados, debes saber en qué áreas se necesita mejorar, tú y cada uno de ellos.
En el caso de que debas gestionar equipos de trabajo, anima a sus miembros a considerar en qué aspectos son buenos y a sincerarse sobre las habilidades que podrían necesitar una mejora.
Una combinación de autoevaluación y retroalimentación puede ser la mejor manera de identificar las brechas de habilidades blandas de tus empleados.
Como ves, las soft skills o habilidades blandas pueden ser determinantes para conseguir los objetivos empresariales. Un equipo de trabajo que reúna estas cualidades puede resultar prácticamente imbatible, productivo y abierto a todo tipo de retos.
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